Comer verduras durante el embarazo tiene un beneficio adicional para la salud del bebé: reducir sus probabilidades de desarrollar asma. Además de ser muy sabroso, los vegetales son una fuente inagotable de vitaminas y nutrientes que ayudan a las madres a tener bebés felices y sanos.
El estudio, publicado por The Asahi Shimbun, fue realizado por un equipo de investigadores, algunos de los cuales provenían del Centro Nacional de Salud y Desarrollo Infantil en Japón. Pasaron cerca de dos años estudiando 310 grupos de mujeres embarazadas y sus hijos entre mayo de 2010 y noviembre de 2013, comparando las que comieron menos verduras durante el embarazo (78 gramos por día) con las que consumieron más (286 gramos por día) durante los primeros 16 semanas de su embarazo. El equipo descubrió que a los 2 años, los niños cuyas madres acostumbraban a comer verduras tenían 40% menos probabilidades de presentar síntomas de asma como sibilancias, tos y dificultad para respirar que aquellos cuyas madres no.
Sin embargo, no todas las verduras son creadas iguales. Las ricos en ácido fólico, como las espinacas y los espárragos, tuvieron un mayor efecto protector, al igual que las verduras crucíferas con alto contenido de hierro, como el brócoli y la coliflor.
Junto con las verduras, las mujeres embarazadas también deberían aumentar su consumo de frutas. Además de proporcionar vitaminas clave, las mujeres que comen más fruta durante el embarazo tienen hijos más inteligentes que las que comen poco o nada, según un estudio realizado por expertos en desarrollo infantil en Canadá y publicado en la revista en línea EdioMedicine.
Los expertos en desarrollo infantil en Canadá descubrieron que mujeres que comen frutas durante el embarazo tienen más probabilidades de dar a luz a niños más inteligentes que aquellas que no comen o que comen muy poca. Los niños involucrados en el estudio cuyas madres consumieron más fruta durante el embarazo tuvieron un mejor desempeño en las pruebas de desarrollo a los 12 meses de edad, en comparación con aquellos cuyas madres no lo hicieron, según Telegraph.
Los médicos recomiendan desde hace tiempo que las mujeres embarazadas ingieran una dieta equilibrada con muchos vegetales incluidos. Las vitaminas y minerales en frutas y verduras hacen mucho por un bebé en crecimiento, según Baby Center. El betacaroteno es importante para el desarrollo de sus células y tejidos, la visión y el sistema inmunitario. La vitamina C es crucial para los huesos y los dientes, así como también para el colágeno en el tejido conectivo de tu bebé, mientras que el potasio regula la presión arterial. El ácido fólico es particularmente importante, ya que ayuda a prevenir defectos del tubo neural y promueve un peso saludable al nacer.
La American Pregnancy Association recomienda que las mujeres embarazadas consuman al menos 70 miligramos de vitamina C por día, que se puede encontrar en frutas como naranjas, toronjas y mandarinas, y vegetales como el brócoli, los tomates y las coles de Bruselas. Las mujeres embarazadas también deben consumir 0,4 miligramos de ácido fólico para prevenir defectos de nacimiento, según la APA. Puedes obtener ácido fólico de verduras de hoja verde oscuro, por ejemplo. Junto con las vitaminas prenatales, las mujeres embarazadas deben tratar de consumir al menos de dos a cuatro porciones de frutas y cuatro o más porciones de verduras al día.
Encontrar la motivación para comer verduras no es fácil, pero afortunadamente las frutas y verduras vienen en muchas formas y tamaños. Si logras incorporarlos a tu dieta, tu bebé y tú obtendrán los beneficios.