El descubrimiento de los antibióticos cambió la medicina moderna y, sin duda, ha salvado innumerables vidas. Pero un nuevo estudio publicado en la Revista de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas Pediátricas descubrió que los hospitales le dan demasiados antibióticos a los niños, una práctica que está provocando un aumento de la resistencia a los antibióticos en los pacientes y un aumento en la incidencia de infecciones resistentes a los medicamentos.
Los autores encuestaron 226 hospitales pediátricos en 41 países, con un tamaño de muestra total de 17.693 pacientes. De ellos, el 36.7% recibió antibióticos. Entre 6.818 pacientes hospitalizados, el 32.9% recibió al menos un antibiótico, y casi la mitad de ellos recibió dos o más prescripciones. Más de la mitad de las recetas fueron para antibióticos de amplio espectro.
De las 11.899 prescripciones de antibióticos, el 28.6% fueron proporcionadas para uso profiláctico, es decir, para prevenir una posible infección, en lugar de tratar una que ya diagnosticada, según el estudio. Esto es común entre los pacientes quirúrgicos, el 79,7% de los cuales recibieron dichos medicamentos durante más de un día. Casi un tercio de todos los antibióticos recetados a niños hospitalizados fueron profilácticos. Las pautas actuales para antibióticos profilácticos generalmente recomiendan antibióticos de espectro estrecho por periodos de tiempo más cortos, ya que la prescripción excesiva de antibióticos de amplio espectro, antibióticos innecesarios o ciclos más largos de medicamentos conduce al desarrollo de bacterias resistentes a éstos.
El problema no se limita a niños u hospitales. Un estudio de Public Health England descubrió que los médicos de familia prescriben erróneamente antibióticos a uno de cada cinco pacientes que tienen tos o dolor de garganta, pero no necesitan receta médica, según The Guardian. Los registros de salud revelaron que en un tercio de los casos, los médicos no mencionaron ninguna razón clínica para emitir recetas de antibióticos. Los expertos dijeron que solo el 10% de los pacientes con tos en realidad necesitan antibióticos, pero el 41% los recibió y el 59% recibió antibióticos para el dolor de garganta, cuando solo el 13% tenía una necesidad clínica de medicamentos.
Para otras enfermedades, los números son aún peores. Public Health England también encontró que el 88% de los casos de sinusitis se tratan con antibióticos (solo el 11% los requiere) y el 82% de los pacientes con bronquitis los recibió (solo el 13% los necesitaba). Este es un problema grave; la resistencia a los antibióticos provoca alrededor de 25,000 muertes al año en Europa.
Los antibióticos tratan las infecciones bacterianas, pero no las virales. Cuando un paciente con un virus toma antibióticos innecesariamente, eso da a las bacterias la oportunidad de desarrollar una resistencia. E incluso cuando un paciente tiene una infección bacteriana, los médicos a veces recetan el tipo incorrecto de antibiótico o la dosis incorrecta, lo que agrava aún más el problema.
¿Por qué los médicos le dan a los pacientes las drogas equivocadas? A veces, según Wired, tienen que hacer su mejor cálculo, porque no tienen tiempo para esperar a que los resultados de laboratorio confirmen un diagnóstico. David Hyun, un médico de enfermedades infecciosas pediátricas que realizó una revisión de investigación sobre el tema, dijo que los médicos también tienden a escribir más prescripciones de antibióticos hacia el final del día, cuando están cansados.
Pero el mayor problema son los pacientes. Es posible que muchos no entiendan que los antibióticos no siempre son la solución correcta, pero algunos médicos se sienten presionados para recetar lo que el paciente exija. Así que no asumas que sabes qué medicamento necesitas o tu hijo. Dile al médico los síntomas y confía en su juicio cuando lo diagnostiquen.