La escarlatina o fiebre escarlata fue una vez una enfermedad que existió principalmente en los libros de historia, pero ese no parece ser el caso hoy. Las cifras de fiebre escarlata están en aumento, especialmente en niños. Los padres deben conocer las señales de advertencia y el tratamiento para garantizar que sus hijos estén seguros y saludables. Si bien los expertos no están seguros de por qué la enfermedad reapareció, ya no tiene el diagnóstico mortal de antes.
Public Health England informó los niveles más altos de escarlatina en 50 años en Inglaterra (a México al parecer no ha llegado): 11,981 casos reportados en este momento de la temporada, según HuffPost UK. La mayoría de estos casos fueron en niños menores de 10 años, con una edad promedio de 4. Los niños de entre 5 y 15 años son los más afectados, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Debra Spicehandler, co-directora de enfermedades infecciosas en el Hospital Northern Westchester en Nueva York, explicó a CBS News por qué los niños corren un mayor riesgo. “Los escolares son más propensos a tenerla porque están en contacto cercano todo el tiempo”, dijo. Además de los niños, los padres que cuidan a niños enfermos también son “más propensos” a contraerla.
El repunte de los casos se ha ido acumulando en los últimos años. Una investigación liderada por las autoridades de salud pública de Inglaterra y Gales señaló que se triplicaron los casos de escarlatina entre 2013 y 2014, de 4.700 casos a 15.637 casos, informó la BBC. El número aumentó aún más en 2016, cuando hubo 19,206 casos reportados, el más visto desde 1967.
Afortunadamente, la escarlatina ya no se considera una infección mortal, dijo un portavoz de Public Health England a HuffPost Reino Unido:
“La fiebre escarlata generalmente es una enfermedad leve que puede tratarse con antibióticos para reducir el riesgo de complicaciones y minimizar el riesgo de propagación a otras personas”.
El CDC clasifica la fiebre escarlata como una infección bacteriana. Es causada por la bacteria Streptococcus del grupo A o “estreptococo del grupo A”. Su síntoma clásico es una erupción roja que se siente áspera al tacto, a menudo descrita como que tiene una textura similar a la de lija . Otros síntomas incluyen dolor de garganta, de cabeza, fiebre y lengua color rojo oscuro.
El tratamiento para la escarlatina es simple, el mismo que para el estreptococo normal: con antibióticos que deben completarse en su totalidad. Cuando la enfermedad es atrapada y tratada adecuadamente, desaparece en aproximadamente dos semanas, según la CNN. Pero cuando no se trata, puede ser mortal.
Junto con el Reino Unido, varios países de Asia oriental también han experimentado un aumento en los casos desde 2009. Vietnam, China y Corea del Sur han informado de cifras elevadas en los últimos cinco años, según la CNN. Los expertos no están seguros de la causa detrás del resurgimiento de los casos, o si existe un vínculo entre los casos en el Reino Unido y Asia. Las investigaciones están en curso.
El Dr. William Schaffner, experto en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Tennessee, dijo a Health Line que aunque el número exacto de casos en América no se documenta regularmente, los expertos creen que la fiebre escarlata también podría regresar. Si pasa, los padres pueden consolarse con el hecho de que sus pequeños experimentarían poco más de un par de semanas de sentirse mal y tratamiento con antibióticos.