La mayoría de los padres son más que conscientes de los peligros de acostar a sus bebés boca abajo, pero no muchos saben lo importante que es para ellos pasar un tiempo boca abajo cuando están despiertos. Este es un término con el que probablemente estés familiarizada, pero es posible que no lo estés tanto con lo que puede ocurrir si tu hijo no lo practica lo suficiente.
Una encuesta de 2008 de 400 terapeutas físicos y ocupacionales pediátricos realizada por la Asociación Estadounidense de Terapia Física (APTA) descubrió un aumento generalizado de las demoras en las habilidades motoras causadas por bebés que pasan una cantidad insuficiente de tiempo boca abajo, según informó Science Daily.
Así que estos son algunos signos que podrían indicar que a tu hijo le falta tiempo boca abajo.
1 Cabeza plana:
Una encuesta de la Asociación Estadounidense de Terapia Física, relacionó un déficit de tiempo boca abajo con las habilidades motoras retrasadas y encontró una correlación con un aumento en las cabezas infantiles deformadas, según Science Daily.
“Desde principios de la década de 1990, hemos visto una gran disminución en los casos de SMSL, pero simultáneamente hay un aumento alarmante en la deformación del cráneo”, dijo Colleen Coulter-O’Berry, PT, MS, PCS, fisioterapeuta de Children’s Healthcare of Atlanta. Este aplanamiento, conocido médicamente como plagiocefalia deformacional, generalmente se manifiesta en la parte posterior de la cabeza del bebé y, por lo general, es más pronunciado en un lado.
2 No avanza con la destreza motriz:
“Al pasar tiempo sobre sus estómagos, los bebés aprenden a moverse de un lado a otro, y esto les ayuda a aprender a alcanzar y gatear”, dijo a BBC Peta Smith, vicepresidenta de la Asociación de Fisioterapeutas Pediátricos Autorizados (APCP) en el Reino Unido.
“No solo el estar boca abajo ayuda con la coordinación, el equilibrio y el control postural, que es la base de todas las habilidades de movimiento, sino que aumenta la confianza y la independencia de los bebés ayudándoles a motivarse para explorar el entorno”.
3 Cabeza inclinada:
Si la cabeza de tu bebé parece inclinarse hacia un lado o si le resulta difícil levantarla cuando está boca abajo, es posible que tenga una afección llamada tortícolis posicional (que ocurre cuando los músculos del cuello del bebé se vuelven rígidos o apretados). Como explicó Pathways.org, esto puede desarrollarse cuando los bebés están poco boca abajo porque sus músculos del cuello y centro no se fortalecen. Pero la terapia física puede remediar este problema, al detectarse pronto.
4 Dificultad siguiendo objetos con los ojos:
La falta de ese tiempo sobre la panza, puede tener una influencia en la visión de tu bebé. Como la becaria de la Academia Estadounidense de Pediatría, Lisa Dana, M.D., escribió para BabyCenter, el tiempo boca abajo apoya el desarrollo visual al darle a los bebés la oportunidad de “seguir el movimiento y concentrarse en los objetos. Los bebés que pasan rato boca abajo miran el entorno a su alrededor con una perspectiva diferente”, explicó.
5 Problemas digestivos:
Debido a que el tiempo boca abajo sirve como una especie de masaje infantil, también puede ser beneficioso para los bebés que tienen problemas digestivos. En particular, como explicó Alan Greene, M.D., FAAP en el sitio web de Parents: “La suave presión sobre el abdomen mueve el gas cuando éste se acumula”, dijo.
Así que a partir del día en que tu bebé llega a casa desde el hospital, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda jugar con él de dos a tres sesiones por día durante tres a cinco minutos cada una, estando boca abajo y siempre supervisándolo.