Ya sea que esperes tu primer hijo, segundo o incluso tercero, probablemente estés familiarizada con los síntomas comunes y los diversos cambios que tu cuerpo sufrirá. Pero a pesar de eso, todavía hay un término con el que quizás no estés familiarizad todavía. Y se llama útero perezoso.
Esta condición ocurre “cuando el útero no se contrae después del nacimiento del bebé”, según el sitio web oficial de Healthline. Esto es peligroso porque, sin la compresión de los músculos uterinos, se aplica poca o ninguna presión sobre los vasos sanguíneos circundantes para evitar el sangrado. “Puede conducir a una afección potencialmente mortal llamada hemorragia posparto”, que es cuando una mujer experimenta sangrado excesivo después de dar a luz.
La estimación más reciente es que casi el 3% de las mujeres experimentan hemorragia posparto causada por el útero perezoso, según un estudio reciente publicado en el American Journal of Obstetrics and Gynecology. Entonces, ¿hay alguna forma de predecir si podrías estar en riesgo?
Hay bastantes cosas que te pueden dar una mayor probabilidad de desarrollarlo después de dar a luz. Por ejemplo, “trabajo de parto prolongado, trabajo de parto aumentado, preeclampsia, multiparidad y desprendimiento de la placenta” son factores de riesgo para la atonía uterina (como también se conoce), según un informe publicado por el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (ACOG). En términos más simples, si has estado en trabajo de parto durante mucho tiempo, se te dio algo para ayudar a que las cosas progresen, tienes complicaciones relacionadas con la hipertensión arterial, anteriormente tuviste mellizos (o múltiplos), o tu placenta se desprendió o comprometió, podrías estar en mayor riesgo de sufrir atonía uterina posparto.
Afortunadamente, el conocimiento es la mitad de la batalla y, una vez que sepas qué buscar, tú y tu equipo médico pueden tomar medidas preventivas, controlar cualquier cambio y elaborar un plan para el tratamiento, de ser necesario. Ahora que conoces la forma en que tu historial médico puede influir, también es una buena idea aprender sobre los síntomas del útero perezoso.
“Sangrado no controlado, disminución de la presión arterial, aumento del ritmo cardíaco, hinchazón y dolor en la vagina”, son síntomas de atonía uterina, según el sitio oficial del Centro médico de la Universidad de Rochester. Estos son signos bastante fáciles de detectar, especialmente si ya discutiste la situación con tu médico.
Incluso puedes incorporar ciertas acciones preventivas en tu plan de parto para disminuir el riesgo de cualquier tipo de problemas de sangrado relacionados con el posparto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó recientemente que dar a luz en un lugar equipado médicamente, demorar el pinzamiento del cordón umbilical, recibir oxitocina (durante el parto) y masajear el útero puede prevenir la atonía uterina y la hemorragia postparto.
Aunque hablar sobre complicaciones después del parto no es un tema que a alguien realmente le guste, con suerte puedes respirar un poco más tranquila ahora que sabes lo que es un útero perezoso, quién está en mayor riesgo, cuáles son los síntomas y cómo prevenirlo y la hemorragia posparto asociada.
Por supuesto, si te preocupa por algún motivo el estar en riesgo, ten una conversación con tu médico sobre los pasos que tomarían para resolver cualquier problema relacionado.