Después de aprender todas las cosas horribles que suceden si no cambias a menudo las sábanas de tu bebé, no volverás a dejarlas más de una semana sin cambiarlas.
Como informa HuffPost, las sábanas sin lavar pueden contener cosas como sudor, bacterias, orina y heces. Según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), las sábanas de tu bebé también contienen una gran cantidad de ácaros del polvo, un pariente microscópico de las arañas, que les encanta esconderse en las camas sucias y pueden agravar las alergias y el asma en tu pequeño. Good Housekeeping recomienda cambiar esas sábanas al menos cada dos semanas. Sin embargo, es posible que desees cambiarlas con más frecuencia por algunas muy buenas razones.
1 Se manchan:
Cualquiera que tenga un bebé sabe que producen muchos líquidos y algunos sólidos. Tal vez has visto un charco de baba debajo de la mejilla de tu nene o un poco de pipí de un pañal escurrido, y eso significa manchas en las sábanas de su cuna. Pero según Martha Stewart, la mayoría de las manchas de bebé, como regurgitaciones, leche materna e incluso popó, se eliminan fácilmente con el tratamiento de manchas correcto. Según su sitio web, manchas de proteínas como estas se tratan mejor con un limpiador enzimático y un lavado en caliente con detergente regular.
2 Comienzan a oler mal:
Aunque el olor del bebé recién nacido es hermoso, cualquiera que tenga un bebé probablemente note que no siempre huelen tan bien. Tu bebé puede apestar, y eso significa que sus sábanas podrían comenzar a oler mal si no las cambias o lavas regularmente. Para eliminar la orina y el olor a pipí menos agradable de las sábanas de la cuna de tu bebé, Martha Stewart recomienda usar amoníaco diluido en agua y un tratamiento previo para las manchas antes de lavarse.
3 Se convierten en un hábitat de ácaros:
Según la AAP, los ácaros del polvo (parientes microscópicos de las arañas) causan alergias en interiores. Al contrario de su nombre, los ácaros del polvo no viven en polvo. De hecho, su lugar favorito para pasar el rato es ropa de cama ligeramente húmeda y cálida, como las sábanas sin lavar de tu bebé. Según la AAP, si no lavas estas sábanas con regularidad, las heces del ácaro se inhalan, lo que provoca dificultad para respirar, y empeora condiciones como alergias y asma.
4 Las bacterias pueden crecer en ellas:
Si no lavas las sábanas con regularidad, las bacterias pueden crecer en ellas. De hecho, un estudio realizado por la compañía de colchones Amerisleep descubrió que, después de una semana, tu funda de almohada sin lavar contiene 17,442 veces más bacterias que un asiento de inodoro (aunque estas bacterias no son necesariamente dañinas). Aún así, mejor lavarlas. Pero según el CDC, una bacteria potencialmente peligrosa, el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), puede vivir en las sábanas y causar infecciones en la piel.
5 Los virus pueden enfermar a tu bebé:
Según The New York Times, el virus de la gripe solo sobrevive en superficies blandas, como telas, durante aproximadamente ocho horas. Pero, como informa NBC News, otros virus, como el norovirus, que causa vómitos y diarrea, pueden vivir en la tela por semanas y hasta sobreviven al lavado si no se usa lejía o agua caliente.