Hay momentos en los que definitivamente debes seguir el ejemplo de tu niño pequeño y dejarlo elegir. Como madre, a menudo eres tú quien tiene la tarea de registrar el curso y asegurarte de que todo salga bien. Pero cuando se trata de, digamos, el cuerpo de tu hijo y las comidas que come y cómo él juega, déjalo tomar sus decisiones. Todas las personas, grandes y pequeñas, merecen controlar lo que le sucede a sus cuerpos y, con excepciones para cosas como cambios de pañales, vacunas y cepillarse los dientes, hay cosas que no debes obligar a hacer a tus hijos.
Así que es mejor que hay momentos en que debes dejar que tu hijo pequeño marque el ritmo:
1 Cuando no quieren un beso o un abrazo:
Nunca forces a tu hijo a abrazar o besar a alguien que no quiera, incluyéndote. Merecen el control sobre lo que les sucede a sus cuerpos, y sin recibir regaños o que les digan que deberían sentirse culpables. Cuando se trata de afecto, déjalos elegir cuándo quieren dar o recibir abrazos y besos.
2 Cuando deciden que ya no quieren dormir en su cuna:
Si ves que ya se salen solos o te dicen que ya no se sienten cómodos, apóyalos. Es eso o la alternativa de correr el riesgo de que se lastimen tratando de escapar.
3 Cuando no quieren sonreír para la cámara:
Todo el mundo dice “sonríe” cuando toman fotos familiares, ¿verdad? Pero si tu hijo no quiere, cuando lo piensas, ese encanto y esas sonrisas siempre se ven forzadas, y nunca capturan quién es realmente tu hijo. Así que no lo obligues a hacerlo.
4 Cuando no quieren un corte de pelo:
El cabello de tus hijos es parte de sus cuerpos. Y como no eres dueña de ellos ni de sus cuerpos, no vas a obligarlos a cortarse el cabello hasta que tengan la edad suficiente para pedir uno.
5 Cuando ellos no quieren comer:
El Instituto Ellyn Satter lo llama división de responsabilidad. Básicamente, los adultos deciden qué servir y cuándo, y los niños deciden qué van a comer. Es tan simple como eso. Habrá días en que tu niño parece existir con nada más que algunas pizcas de comida, pero poco a poco notarás, que habrá menos resistencia a probar nuevas y más variadas comidas.
6 Cuando no están listos para el entrenamiento de ir al baño:
Si intentas entrenar al bebé en el baño antes de que estén listos, estarás atrapado en el autobús de la lucha en el futuro previsible. Lo mejor es motivarlos, pero esperar hasta que ellos te muestren que están listos. ¿Por qué? Porque sus cuerpos son sabios y saben cuándo llegó ese momento.
7 Cuando quieren jugar a su manera:
Si bien es tentador mostrarle a tus hijos cómo se supone que funcionan sus juguetes, los niños son mucho más imaginativos que nosotras, especialmente cuando se trata de jugar. Entonces, si piensan que una caja es un tambor, una copa es un sombrero, o un oso de peluche es su mejor amiga de por vida, déjalos elegir sus propias aventuras.