La obesidad infantil ya es una grave epidemia en el mundo, con México como uno de los países más afectados. La fácil disponibilidad de alimentos y bebidas cargadas de calorías no ha ayudado a la situación. Mientras que los padres están preocupados por los muchos efectos secundarios físicos y emocionales que trae la obesidad infantil, hay algo más grave: La obesidad infantil podría afectar la inteligencia de tu hijo, según un estudio reciente de la Universidad de Brown.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron que para que un niño sea considerado obeso, su IMC (Índice de Masa Corporal) debería estar por encima del percentil 95 para su cuadro de crecimiento clínico específico para cada sexo y edad.
Si bien la mayoría de los niños que luchan con la obesidad en la primera infancia tenían entre 12 y 19 años, un 9% de los niños de 2 a 9 años todavía se consideraban obesos. Y un nuevo estudio de la Universidad Brown encontró que ser obeso tan temprano en la vida podría causar serias complicaciones en el futuro.
Nan Li, autora principal del estudio y asociada de investigación posdoctoral en el Departamento de Epidemiología de Brown, trabajó con un equipo de investigadores para analizar cómo la obesidad en la edad temprana podría afectar a los niños en edad escolar en el futuro. Y lo que descubrieron fue preocupante; los niños que tenían sobrepeso o eran obesos en los primeros dos años de su vida tenían habilidades de razonamiento más bajas, luchaban más con la percepción y la inteligencia que niños de la misma edad cuando eran evaluados.
Según el estudio, el aumento de peso severo puede cambiar la forma en que nuestras hormonas funcionan en varias áreas del cerebro. La obesidad se ha relacionado con la reducción de las capacidades cognitivas en los adultos, y el equipo de investigación de Li observó a los niños de Cincinatti para ver si esto era cierto con los niños. Para tener un sentido completo de la imagen, el equipo de investigación observó a niños cuyo peso antes de los dos años era conocido y que fueron seguidos a través del tiempo por personal capacitado. Los niños también se sometieron a pruebas cognitivas, como una serie de juegos computarizados para medir la memoria espacial-visual del niño, para determinar la memoria de trabajo y para evaluar el razonamiento perceptual.
Si bien los investigadores descubrieron que el peso no cambiaba cómo los niños realizaban las pruebas, sí pareció marcar una diferencia significativa en tres áreas: coeficiente de la inteligencia, memoria de trabajo y razonamiento perceptual. Como Li le dijo a la Universidad de Brown:
“El exceso de adiposidad en la vida adulta [obesidad] se asoció con un menor índice de inteligencia, razonamiento perceptivo y puntuaciones de memoria de trabajo en la edad escolar”.
Es importante señalar que este estudio fue relativamente limitado en tamaño porque los investigadores se centraron en un pequeño grupo de niños. Pero sus resultados son preocupantes. Los investigadores saben desde hace tiempo que la obesidad infantil puede tener muchas consecuencias negativas. Más allá de limitaciones físicas como diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares, los niños que luchan con su peso también sufren baja autoestima, insatisfacción corporal y problemas emocionales, según el Centro Nacional de Información Biotecnológica.