Si eres madre de un bebé mayor o un niño pequeño que aún siente pasión por su chupón, sin duda has recibido muchas opiniones (probablemente no solicitadas) sobre este tema por parte de una gran cantidad de familiares, amigos y desconocidos. Y aunque la mayoría de estos comentarios se basan en prejuicios o mitos comunes, hacen que te preguntes si realmente le estás haciendo daño a tu hijo al habilitar su uso de chupón.
La buena noticia es que en realidad no existe una gran cantidad de datos científicos para respaldar la idea de que el uso de chupón en la infancia dañará a tu hijo de por vida. Sin embargo, hay algunas preocupaciones y un grupo de expertos que recomienda una fecha límite definida: los dentistas pediátricos.
“Desde una perspectiva de salud dental, es mejor limitar el chupón cuando el niño tiene 2 años y detenerlo por completo cuando tenga 4 años”, dice John Stritikus, DDS, dentista pediátrico de Dickson, Tennessee. Después de los 4 años, explicó Stritikus, los chupones pueden provocar una sobremordida, mordida abierta o mordida cruzada (problemas que pueden causar dificultades para masticar, apariencia y habla).
A menudo, se requieren ortodoncias para corregir los problemas. Este consejo está en línea con las recomendaciones de la Asociación Dental Americana, que establecen que, “si un niño no se detiene solo, los padres deben desalentar el hábito después de los 4 años. Sin embargo, la presión excesiva para dejarlo puede causar más daño que bueno.” Entonces, si te hace sentir mejor, incluso la ADA entiende cuán difícil puede ser romper este hábito.
En el lado positivo, darle un chupón a tu hijo mientras todavía es un bebé no dañará sus dientes. De hecho, agregó Stritikus, el uso de chupón durante la infancia puede incluso ayudar a disminuir las caries, porque los bebés no necesitan satisfacer su necesidad de mamar con un biberón o un seno cuando en realidad no tienen hambre.
Aparte de la salud dental, ¿hay alguna otra preocupación relacionada con los niños que usan chupones durante un período prolongado? Si bien algunos expertos advierten que esta práctica puede provocar retrasos en el habla, existen datos contradictorios sobre el tema. Por ejemplo, un estudio de 2008 “no mostró una relación estadísticamente significativa entre el uso prolongado del chupón y la articulación del habla”, según la Asociación Estadounidense del Habla, Lenguaje y Audición. Pero un estudio de 2015 publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias sugirió que dar chupones a bebés de tan solo 6 meses puede disminuir su capacidad para hablar, porque “los bebés necesitan un movimiento de lengua libre para descifrar los sonidos del habla”.
Otro estudio realizado en colaboración con la Universidad de Washington y publicado en la revista BMC Pediatrics en 2009 encontró que los niños que se chuparon los dedos o usaron chupón por más de tres años tenían tres veces más probabilidades de desarrollar impedimentos del habla.
Otros experimentos publicados por la revista Basic and Applied Social Psychology descubrieron que “los chupones pueden obstaculizar el desarrollo emocional de los bebés al robarles la oportunidad de probar las expresiones faciales durante la infancia”. Lo curioso es que esta afectación sólo se veía en niños, no en niñas e investigadores creen que es porque las niñas maduran emocionalmente antes.
A veces la ciencia no da consejos claros, y esta parece ser una de esas veces. Aún así, mientras que algunos pediatras podrían decirte que la edad de 1 o 2 es el límite absoluto, parecería que los resultados negativos más tangibles (sobre todo con los dientes) les ocurren a los niños que usan chupones después de los 4 años.