Si alguna vez has acostado a un niño pequeño y respondiste una sola pregunta más, una sola llamada más por un sorbo de agua, una leída extra de un cuento; entonces eres una profesional de la paciencia en el trato con niños a los que les gusta ver hasta dónde llegan tus límites. Pero, ¿cuáles son algunas señales de que tu hijo te está probando y necesitas defenderte? Porque saber cuándo sí y cuándo no ceder puede ser una línea dura para caminar.
1 A pesar de tu advertencia, lo “vuelven a hacer”:
Conoces el momento: tu niño arroja un juguete. Le pides que no lo vuelva a hacer. Te mira a los ojos… y lo vuelve a hacer. “Los niños a esta edad exploran por su cuenta, aprenden independencia y afirman autonomía”, explica Maria Lianos-Carbone, autora de Oh Baby! La Guía de Supervivencia de Mamá para el Primer Año: “Dele a su niño opciones y oportunidades para probar cosas por sí mismo, por ejemplo para vestirse solo, o la oportunidad de elegir la pelota azul o verde”. De esa forma, se sienten bien y no ven la necesidad de flexibilizar su independencia de otras maneras.
2 Hacen una cosa, pero parecen necesitar otra:
Kate Orson, instructora de padres y autora de Tears Heal señala: “a menudo los niños pequeños que están poniendo a prueba sus límites intentan “decirle” sobre sus sentimientos a través de su comportamiento”. Cuando esto sucede, Orson sugiere establecer límites de una manera cálida que construya la conexión. Por ejemplo, si tu hijo está tirando juguetes y riéndose al respecto, entonces está tratando de liberar sus sentimientos. Intenta redirigirlo a los juguetes de peluche. “Puedes convertirlo en un juego en el que finges intentar detenerlos, y pueden reír mucho y absorber la conexión que necesitan”, dice.
3 Son demasiado tercos:
Si tu hijo se mantiene firme y no parece que van ceder, entonces podría estar viendo qué tan lejos llega tu paciencia, de acuerdo con Psychology Today. “Lo que hace que estos niños tengan éxito a largo plazo es su tenacidad”, señaló la revista. “Así que en lugar de odiarlo, abrázalo”. Intenta encontrar un juego que desafíe su fuerte voluntad y verás que su testarudez se canalizará.
4 No quieren subir a la carriola:
… o a un carrito de supermercado, silla alta, asiento para el automóvil o cualquier dispositivo que los mantenga alejados de su libertad. De acuerdo con Parenting, cuando tu hijo retroceda porque prefiere vagar por el supermercado, ten paciencia… No trates de hacer frente a una larga lista de diligencias, espera que se siente en silencio durante todo el tiempo, y no te aventures a salir cuando tengas la siesta o la hora de dormir. Lleva bocadillos y juguetes, y mantente atenta a las señales de que su pequeño ya tuvo suficiente, dijo la revista.
5 No se visten:
Lo más probable es que hayas peleado la batalla de explicarle a tu hijo por qué la pijama no es ropa para salir. Pero, la mayoría de las veces, tendrás que convencerlo de que se ponga la ropa, por lo que es posible que desees probar la táctica de ofrecer dos conjuntos para elegir, de acuerdo con Parents. De esa forma, tu hijo sentirá que tiene cierto control sobre la situación.