Nos estamos acercando rápidamente al día más largo del año. El 21 de junio a las 6:07 a.m., el hemisferio norte tocará su solsticio de verano. Es un momento en el que se hace eco de la lejana historia del folclore y la mitología, de piedras y rituales. Sin embargo, también es el día más largo, que, sobrenatural o no, podría tener un efecto en tu cuerpo. ¿Y qué hay de tus hijos? Todas necesitamos saber cómo el solsticio de verano afecta el sueño de tu bebé.
Si bien hay conocimientos y mitos significativos en torno a los días y largas tardes del solsticio de verano, lo que les preocupa a los padres es cómo la prolongada luz del sol en esa larga noche de verano podría afectar el ciclo de sueño circadiano de su bebé y volver a la casa un caos.
De acuerdo con The Journal of Sleep Research, es posible que tengan derecho a estar preocupados. Cuando los días son más cortos, es natural acurrucarse en la sala de estar y ponerse cómodo antes de acostarse. Sin embargo, los largos días de verano hacen que incluso nosotros, como adultos, deseemos permanecer afuera y activos. El diario escribió que “la luz es un factor importante en el control de la secreción de melatonina y el mantenimiento de los ciclos de sueño y vigilia en los adultos mayores. Existe evidencia limitada para sugerir que lo mismo podría ser cierto para los bebés muy pequeños”.
Según los expertos en la guía de sueño Precious Little Sleep, las largas noches no deberían ser un problema si mantienes la habitación donde duermen tus hijos fría y oscura, y mantienes tu rutina habitual.
De acuerdo con una investigación en Neonatología Ambiental, el sol, o al menos el acceso a la luz brillante, alienta a que los patrones de sueño del bebé se vuelvan regulares. Cementa la base de tu ritmo circadiano, que es el patrón de sueño que depende de la luz y la oscuridad. Los humanos no son criaturas nocturnas, estamos diseñados para estar con el sol y abajo con la luna. Es solo que los bebés no están listos para los largos días de verano, por lo que los padres necesitan ajustar la luz por medios artificiales.
¿Y en cuanto a la magia? Esa es otra historia. Melanie Reid, una autodenominada lectora de tarjetas de tarot en Nueva York, explica cómo el solsticio de verano afecta el sueño de tu bebé, si es que lo hace. “Los bebés están muy atentos a las cargas y los cambios en la atmósfera, y el solsticio de verano está lleno de energía eléctrica y buenos sentimientos. La clave es simplemente estar tranquilos con ellos. Canalizar toda esa buena energía hacia ellos en su mente, solo concentrarse en el sueño. Los niños son muy receptivos a las energías de sus padres”.