Las vacaciones de verano constituyen una excelente época para que la familia escape de los días fríos y oscuros propios del invierno y salir a divertirse a la luz del sol.
Seguridad de los bebés bajo el sol:
- Los bebés de menos de seis meses de edad deben mantenerse protegidos de los rayos del sol.
- Pon a tu bebé bajo la sombra de un árbol, una sombrilla o la cubierta de una carreola.
- Viste a tus bebés con ropa liviana que cubra las manos y las piernas y ponles sombrero de ala ancha.
Si puedes, aplicar una pequeña cantidad de protector solar a los bebés menores de 6 meses si no hay manera de evitar exponerlos al sol. Recuerda que toma unos 30 minutos para que empiece su efecto.
Seguridad de los niños bajo del sol:
- Elije ropa hecha de telas de tejido apretado. La ropa de algodón es fresca y protege.
- Trata de ponerle a tu hijo un sombrero de ala ancha que le de sombra a las mejillas, quijada, orejas y la parte trasera del cuello. Las gafas de sol con protección contra la luz ultravioleta (UV) también son una buena idea para proteger los ojos de tu niño.
- Aplica protector solar a las áreas del cuerpo que no están cubiertas por la ropa. Antes de aplicarlo, ensaya la loción en la espalda para cerciorarte de que no tenga una reacción alérgica. Aplícala cuidadosamente alrededor de los ojos evitando los párpados. Si le sale algún salpullido, consulta con tu pediatra.
Si tu hijo sufre de quemaduras del sol y tiene ampollas, dolor o fiebre, ponte en contacto con tu pediatra.
Seguridad para la familia bajo el sol:
- Los rayos del sol son más fuertes entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Trata de no exponerte al sol a estas horas.
- Los rayos UV del sol son perjudiciales y pueden reflejarse en la arena, la nieve o el concreto; así que ten cuidado cuando te encuentres en cualquiera de estos sitios. Utiliza ropa protectora del sol disponible en el comercio como las camisas para nadar.
- Casi todos los rayos del sol pueden atravesar las nubes en un día nublado, de modo que hay que protegerse del sol incluso en días nublados.
Cuando elijas un protector solar, busca en la etiqueta las palabras “de amplio espectro”: que significa que el producto protege tanto de los rayos ultravioleta B (UVB) como de los ultravioleta A (UVA). Elije un protector solar resistente al agua o impermeable y re-aplícalo cada dos horas o después de nadar, sudar o de secarte con una toalla. Elije si puedes, un protector solar que no contenga el ingrediente oxibenzona, un químico del protector solar que podría poseer propiedades hormonales.
El óxido de zinc, un protector solar muy eficaz, puede usarse como protección adicional en la nariz, las mejillas, la parte superior de las orejas y sobre los hombros. Los protectores solares deben usarse para protegerse del sol y no como una excusa para permanecer más tiempo expuesto a los rayos solares.
Dra. Estela Zamudio
Pediatra | Educadora en Lactancia