En la última década se ha despertado una mayor conciencia acerca de la depresión posparto y sus efectos en los nuevos padres y sus hijos. Aunque todavía hay un largo camino por recorrer, ahora hay mayores exámenes y tratamientos de salud mental posteriores al nacimiento. Sin embargo, hay un área del que no se habla lo suficiente: depresión en el embarazo. Pero es hora de comenzar porque la generación millennial es más propensa a tener depresión que las generaciones mayores, según una nueva investigación.
Un nuevo estudio publicado el viernes en The Journal of the American Medical Association: Network Open (JAMA Open) encontró que las mujeres jóvenes embarazadas corren un mayor riesgo de desarrollar depresión que sus madres una generación atrás, según Gizmodo. Específicamente, investigadores de la Universidad de Bristol en el Reino Unido analizaron datos de un estudio poblacional en curso sobre mujeres embarazadas y sus hijos y descubrieron que el 25% de las mujeres que tuvieron hijos entre 2012 y 2016 reportaron altos niveles de depresión durante el embarazo. Por el contrario, solo el 17% de las mujeres que quedaron embarazadas en la década de 1990, cuando comenzó la encuesta de población, informaron lo mismo.
En otras palabras: las generaciones futuras de mujeres embarazadas en el Reino Unido tienen un 51% más de probabilidades de tener depresión que sus propias madres hace más de dos décadas.
La autora principal del estudio, Rebecca Pearson, profesora de epidemiología psiquiátrica en la Universidad de Bristol, dijo sobre los hallazgos, según Reuters:
“Nuestros datos sugieren que los síntomas que impulsan este aumento son los relacionados con sentirse abrumada y el estrés y la ansiedad en lugar de los sentimientos de estar deprimida y sin motivación. Esto respalda las teorías de que es una consecuencia del acelerado mundo moderno”.
Pearson explicó que el estrés financiero, la presión para equilibrar el trabajo y las obligaciones familiares, la falta de apoyo familiar y comunitario y una mayor presión en las relaciones pueden ser algunos de los factores que provocan mayores tasas de depresión entre las madres más jóvenes, según Reuters. También señaló que la tecnología, los medios sociales e Internet, “pueden aumentar las comparaciones sociales y la sobrecarga de información”.
Hay investigaciones para apoyar la teoría de Pearson, al menos en cuanto a Internet. Un estudio de depresión y ansiedad publicado el mes pasado encontró un vínculo significativo entre las experiencias negativas de las redes sociales y un aumento en los sentimientos depresivos. Y la probabilidad de que alguien se sienta deprimido en relación con los encuentros negativos en línea fue mucho mayor que la probabilidad de que alguien se sienta feliz debido a los positivos.
Los investigadores dijeron que sus resultados muestran la necesidad de una mejor atención de salud mental para evitar la depresión en el embarazo. Pearson dijo a The Daily Mail: “Dado que la depresión en el embarazo tiene un impacto sustancial tanto en la madre como en el niño, esto tiene una importancia clave para los servicios de salud”.
Los estudios han encontrado que, sin diagnóstico y tratamiento adecuados, madres con depresión tienen menos probabilidades de vincularse con sus bebés, lo que a su vez afecta negativamente el desarrollo del bebé, según Reuters. Por el contrario, la investigación demuestra que bebés de madres que reciben tratamiento para la depresión, tienen mejor desarrollo.