Una tendencia algo nueva ha hecho que los padres busquen bocadillos sin gluten como alternativas saludables para sus pequeños. Pero, según un nuevo estudio, los refrigerios sin gluten no siempre son más saludables para los niños y aquí hay un desglose de por qué.
“La calidad nutricional de los productos sin gluten para los niños”, un estudio publicado en la revista Pediatrics en julio de 2018, se propuso comparar la salubridad de los refrigerios sin gluten y regulares. Los investigadores observaron el contenido de azúcar, grasa y sodio de 347 bocadillos. Como lo señaló The Daily Meal, algunos de los refrigerios se anunciaron específicamente como “sin gluten” (GF) mientras que otros no.
Con el fin de medir la salubridad de cada refrigerio, los investigadores recurrieron al Modelo de Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Este modelo clasifica los alimentos en función de categorías, como la grasa total, las grasas trans y grasas saturadas. El modelo también analiza las cantidades de azúcar y sal en cada refrigerio.
Al final, el estudio descubrió que, en general, los refrigerios sin gluten en realidad no son siempre más saludables para los niños.
Los investigadores señalaron en el estudio que los productos sin gluten que examinaron tenían niveles más bajos de sodio, grasa total y grasas saturadas, pero también tenían menos proteínas y un porcentaje similar de calorías de azúcar en comparación con otros productos.
El estudio también encontró que el 88% de estos alimentos no cumplía con las pautas nutricionales, según Reuters. En la visión general del estudio, “absolutamente todos los productos diseñados para niños pueden clasificarse como de baja calidad nutricional”.
Esto no pretende avergonzar a los padres cuyos hijos u hogar requieren una dieta libre de gluten. No hay nada malo en comprar productos que no lo tengan. En cambio, el estudio pretende enfatizar que la obsesión con el gluten libre como una nueva tendencia de salud no significa automáticamente que estos refrigerios sean, de hecho, mejores.
Por ejemplo, un efecto interesante que descubrieron es que los productos sin gluten solían tener cantidades excesivas de azúcar. De acuerdo con Pediatrics, de los 66 productos etiquetados como sin gluten, el 80% tenía altos niveles de azúcar.
“‘Libre de gluten’ tiene este efecto de halo”, según informa, la dietista registrada y nutricionista Keri Gans a The Daily Meal. “Si quieres elegir algo sin gluten, ¡hay muchas opciones geniales! Solo necesitas sumergirte más profundo, porque muchos tienen mucha azúcar y sodio añadidos”.
Marion Groetch, experta en nutrición y alergia a los alimentos que no participó en el estudio, compartió un mensaje similar con Reuters, diciendo:
“Hay muchos granos enteros, libres de gluten y muy ricos en nutrientes, como el amaranto, el mijo, la quinua y el trigo sarraceno. Pero la mayoría de los productos sin éste están hechos de almidón de arroz, maíz o patata y, por lo tanto, son incluso menos nutritivos que los productos procesados que contienen trigo. Por lo tanto, estos productos son más bajos en fibra, micronutrientes y, por lo general, más altos en grasa y azúcar”.
Por lo tanto, para los padres que necesitan comprar productos que no contienen gluten, recuerden prestar atención a otras partes de la etiqueta. No habrá gluten, pero no garantiza que un producto sea más saludable para los niños.