Cuando no podemos lidiar con el estrés del parto y aumentan las hormonas del estrés y las contracciones se detienen, es la distocia emocional (un parto obstruido o dificultado debido a factores emocionales). Es posible que lo conozcas como un “parto estancado”, pero puedes no estar al tanto de la conexión con tu respuesta al estrés o tu experiencia emocional.
“Siento que las mujeres en estos días tienen acceso a una gran cantidad de información”, Latham Thomas, experta en bienestar de la mujer, autora de Own Your Glow y fundadora de Mama Glow, explica: “Existe demasiada educación y a veces las personas pueden ser realmente inteligentes sobre las cosas en lugar de darse cuenta de que el proceso de nacimiento es menos sobre lo que está en tu cabeza y más sobre cómo conectarte a tu cuerpo”.
Parte del trabajo de Thomas como doula es identificar las necesidades emocionales de una mujer: “No tiene por qué ser un abuso que sucedió en la infancia. El personal médico atormenta y empuja, hay todo tipo de cosas que la gente dice que ni siquiera quieren decir cuando eres sensible, que pueden aparecer cuando estás en un punto crítico de trabajo”.
Ella enfatiza tres condiciones que una mujer debe tener para producir la hormona (oxitocina) que progresa en el parto: seguridad y un sentido de privacidad.
“Estas son las mismas condiciones que nos lleva a embarazarnos”, dice, “cuando estás teniendo relaciones sexuales con tu pareja, probablemente no lo estés haciendo con luces brillantes y música alta”. Probablemente tengas luz tenue, sábanas cómodas. Este tipo de condiciones son las mismas condiciones que crean un espacio seguro para parir y te crean distocia”.
Una vez que alguien te dice que tu trabajo se está reduciendo o que no progresa, tu burbuja de seguridad se rompe y tu cuerpo esencialmente se apaga, produciendo potencialmente hormonas del estrés como adrenalina o aumentando los niveles de beta-endorfina, lo cual desacelera la producción de oxitocina.
Proporcionar un entorno donde las mujeres se sientan seguras y tengan un sentido de privacidad es la clave, y algunas veces en el hospital las mujeres necesitan crear ese espacio para ellas mismas. La atenuación de las luces del techo, la reproducción de música suave y la práctica de técnicas de atención plena son todas buenas ideas para mentalizarte en la zona.
“A menudo hago recitar a las mamás, o escribimos juntas algunas afirmaciones o una carta al bebé y le pedimos que vuelva a escucharlas para calmarla”, dice Thomas, “muchas veces la ansiedad solo puede hacerse cargo y la atención plena es una excelente manera de ayudar”.
Ella recomienda preparar algunas de esas afirmaciones con tu persona de apoyo por adelantado porque la mayoría de las veces solo escuchamos: “Lo está haciendo muy bien” cuando en realidad, lo que necesitamos es que alguien nos diga “Estás a salvo aquí”. Has podido pasar tanto y superarás esto también”.
Una vez que ha ocurrido la distocia, existen algunas formas excelentes no medicinales para que vuelvas a funcionar. Ya sea que trabajes con una doula o no, la autoconversación es importante, dice Thomas. Decirte a ti misma, incluso si te sientes apurada: “Esto lleva tiempo y solo estoy confiando en mi cuerpo” puede ayudarte a mantener la calma.