Bombear leche es a la vez un salvavidas para las madres que amamantan y un dolor total. Además de hacerte sentir como una vaca lechera, puedes sentir que pasas horas mientras lo haces y encima con mucha frecuencia debes esterilizar tu extractor de leche.
Podrías pensar que lavarte las manos y tirar los pedazos de la bomba en el fregadero para un enjuague con jabón es suficiente para mantener todo limpio y que puedas seguir con tu día, pero de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), tu extractor de leche debe desinfectarse al menos una vez al día para evitar que los gérmenes del hogar resulten en una tragedia.
Pero hay más. El régimen del extractor de leche de los CDC dice que la limpieza a fondo antes y después de cada sesión es particularmente importante para los bebés prematuros, los menores de 3 meses de edad y los bebés con sistemas inmunes comprometidos. Esas madres deben desinfectar su equipo a diario para matar los patógenos desagradables que podrían llevar al bebé al hospital, o algo peor. Los bebés sanos son menos susceptibles a los gérmenes después de los 3 meses de edad, pero el saneamiento regular aún se recomienda porque es un líquido corporal súper nutritivo y no pasteurizado que consume tu hijo.
Además del germen, Cronobacter, existen casos reportados de Streptococcus del grupo B, Listeria, Staphylococcus, Salmonella y tuberculosis, entre muchos otros. Según un estudio en la revista médica Microbiología Clínica e Infecciones, la fuente probable de todas estas enfermedades probablemente fue la leche materna contaminada que resultó en sepsis en bebés prematuros y, en un caso, la muerte. Los autores continúan diciendo que en los casos de bebés prematuros, los hospitales deben considerar la posibilidad de proporcionar de forma rutinaria leche materna pasteurizada de un banco de leche para evitar la contaminación materna.
Mientras que los hospitales están atentos a sus propios protocolos de lactancia para prevenir la infección, las madres están solas cuando llegan a casa. Algunos de los pasos que pueden pasar por alto son el lavado de manos cada vez que sacan la bomba, usando un lavabo dedicado, separado del fregadero de la cocina, que se mantiene inmaculadamente limpio, frotando bien con un cepillo para botellas desinfectado regularmente y dejando que las partes al aire libre para evitar la contaminación de los trapos de cocina.
El CDC recomienda que un lavavajillas pueda desinfectar las cosas bastante bien. Pero también señala que la tubería es muy difícil de contaminarse, por lo que las madres deben cuidar esa leche.
Las madres que extraen leche en el trabajo pueden considerar que este protocolo es una carga, pero es necesario. Las bolsas de microvasos Quick Clean de Medela te permiten desinfectar las piezas de la bomba en el microondas de la oficina si no puedes esperar hasta la noche en casa.
Y como la leche materna es estéril y la contaminación proviene del contacto con otras fuentes, algunas mamás recomiendan guardar partes previamente inmaculadas, aseguradas en una bolsa resellable, en el refrigerador para inhibir el crecimiento de bacterias entre usos. Tomar los pasos adicionales para asegurarte de que tu bebé esté seguro mientras obtiene la nutrición óptima que necesita es un proceso muy complicado, pero vale la pena.