Un nuevo estudio publicado este mes en la revista Medicine & Science In Sports & Exercise encontró que incluso estar ligeramente deshidratada puede afectar tu rendimiento mental, según NPR. En particular, los investigadores analizaron 33 estudios y descubrieron que la deshidratación leve, que puede ocurrir rápidamente en el calor del verano, puede afectar tu estado de ánimo, nublar tu forma de pensar y quitarte energía.

El estudio definió la deshidratación leve como una pérdida superior al 2% del volumen de agua normal de tu cuerpo. Eso es lo mismo que sudar alrededor de un litro de agua, según NPR, y podría ocurrir entre cuatro y ocho horas.

La investigadora principal Mindy Millard-Stafford, directora del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio del Instituto de Tecnología de Georgia, dijo a NPR:

“Descubrimos que cuando las personas están levemente deshidratadas, no les va tan bien en tareas que requieren un procesamiento complejo o en tareas que requieren mucha atención”.

En otras palabras, no solo estar cansada y estresada hace que sea más difícil para ti preparar a tu niño para el día, sino también olvidarte de beber el agua necesaria para ti.

Este no es el primer estudio que relaciona la deshidratación leve con el deterioro del rendimiento mental. Dos estudios de la Universidad de Connecticut publicados en 2011 y 2012, respectivamente, llegaron a la misma conclusión: que estar ligeramente deshidratado, ya sea que descansaras o caminaras durante 40 minutos en la cinta de correr, puede afectar tu estado de ánimo, energía y capacidad para pensar claro. Los investigadores de la Universidad de Connecticut definieron la deshidratación leve como una pérdida del 1,5%.

Harris Lieberman, un coautor y científico del estudio, dijo a Shape: “El cerebro es extremadamente sensible incluso a pequeños cambios en las cantidades de iones como el sodio y el potasio que se encuentran en los fluidos de su cuerpo”.

Sin embargo, los bebés y niños pequeños son más susceptibles a la deshidratación, por lo que es importante vigilar la ingesta de agua de tu hijo tanto como la tuya. Los niños tienen una tasa metabólica más alta, lo que significa que consumen agua y electrolitos más rápido que los adultos, según Liquid I.V. También les cuesta más comunicar, o incluso comprender, sus necesidades, por lo que si tienen sed y anhelan agua, es posible que no lo sepan. Y para ese fin, tú debes ayudarlos.

Pero hay formas simples de asegurarte de que tu familia y tú se mantengan hidratados, especialmente en el calor del verano. El consejo más importante sería llevar siempre una botella o dos de agua a donde quiera que vayas, de esta manera siempre la tendrás a mano cuando no encuentres una fuente de agua. Pero no solo tomes un sorbo al tener sed, si te sientes confusa o cansada, o si notas que tu hijo siente lo mismo, toma un trago de la botella de agua. Como muestra la investigación, el pensamiento confuso y la confusión son signos de deshidratación.