La paternidad ya es un trabajo difícil, pero algunas personas realmente establecen un estándar de amor tremendo, que sirve como gran ejemplo para los demás de nosotros. Tal es el caso de Ricky Smith,, quien es un padre cariñoso con su hija Nevaeha e hizo todo para darle el mejor vestido para su graduación.
Cuando Nevaeha encontró el vestido perfecto para su graduación de octavo grado, la familia se sintió un poco desconcertada por el precio masivo de $200 dólares (casi 4 mil pesos). Smith ya trabajaba tres trabajos, seis días a la semana, para tratar de llegar a fin de mes y un vestido elegante no era tan razonable. Entonces, cuando llegó el momento de presentarle a Nevaeha otro vestido de su abuela, y que “no era el que querías, pero espero que te guste”, su madre Kelly Anne tuvo la brillante idea de grabarlo. La sorpresa es que al final sí era el modelo que ella quería.
Muy dulce. Ricky decidió trabajar en sus tres trabajos siete días a la semana para poder permitirse la modesta indulgencia para su bebé. Nadie debería tener que trabajar tan servilmente solo para tratar a su hija con algo un poco agradable, pero lamentablemente en el mundo, todavía hay gente muy pobre y demasiada injusticia, Ricky está aquí para mostrarnos el significado del sacrificio… y también del gran amor que tenemos por nuestros hijos y de lo lejos que llegamos para hacerlos felices.
El video se volvió viral, acumuló doce millones de visitas y llamó la atención de las principales redes. Nevaeha le dijo a ABC News que está “realmente feliz de que él sea mi padre”.
Smith dijo que su pesado trabajo diario valió la pena. “Ver la expresión en su rostro no tenía precio”, dijo. “Todo lo que puedo hacer es sonreír”.