Desde que tienes un bebé, tu vida se trata de hacer todo lo posible para el beneficio de su salud y bienestar. Algunas de esas cosas las haces porque aprendiste que son importantes; otras son cosas que haces porque son naturales para ti, como alimentarlo cuando tiene hambre. Abrazos y caricias caen en esta categoría. ¿Pero qué pasa en el cerebro de los bebés cuando los abrazas?
Probablemente hayas escuchado sobre las muchas ventajas mágicas que vienen con el contacto piel con piel entre madres y recién nacidos: los estudios han demostrado que este método de retención (también conocido como cuidado de canguro) “mejora las tasas de saturación de oxígeno, regula mejor la temperatura corporal de los bebés y conserva sus calorías”, según la Clínica Cleveland, lo que resulta en menos llanto y aumento de peso más rápido, así como la estabilización de la frecuencia cardíaca.
También hay beneficios para las madres: una revisión publicada por Cochrane Library reveló que las madres que tuvieron contacto piel con piel con sus bebés poco después del nacimiento amamantaron a sus bebés durante un período más prolongado y tuvieron una mayor tasa de éxito en la primera lactancia. Naturalmente, el cuidado canguro es útil cuando se trata de vincularse; como explicó un artículo publicado en 2014 en The Journal of Perinatal Education, el contacto piel a piel justo después del nacimiento libera la hormona oxitocina que se siente bien.
El contacto piel con piel es tan esencial en muchos aspectos, que no es ninguna sorpresa que el cerebro de tu bebé se beneficie cuando lo abrazas. ¡Pero es increíble todo lo que le brindas!
1 Experiencias negativas son contrarrestadas:
Los primeros procedimientos médicos (como inyecciones) pueden afectar la forma en que el cerebro de un bebé prematuro percibe el tacto. Pero los investigadores del Hospital Nacional de Niños en Columbus, Ohio, descubrieron que los abrazos tempranos pueden ayudar a compensar las experiencias negativas, informó Motherly.
2 El crecimiento cerebral tiene un impulso:
Tal vez recuerdes haber escuchado las historias trágicas de huérfanos rumanos cuyas primeras experiencias con la negligencia en realidad redujeron la materia gris de sus cerebros. Resultados similares se han observado en niños de padres negligentes en general, y todo se reduce al hecho de que la estimulación táctil promueve el desarrollo cerebral durante un “período sensible”, como explicó Nathan Fox, investigador de desarrollo infantil de la Universidad de Maryland, a LiveScience.
3 Se promueve la autorregulación emocional:
Cuando abrazas a un bebé y el contacto piel con piel también han demostrado mejorar la capacidad de los bebés para regular sus propias emociones, lo que ayuda a desarrollar la capacidad de recuperación durante momentos de estrés, según una investigación realizada en el Departamento de Psicología de la Universidad Bar-Ilan.
4 Se mejora el desarrollo cognitivo:
Los abrazos no solo ayudan a tu bebé a corto plazo. Un estudio de 2014 publicado en la revista Biological Psychiatry encontró que el contacto materno piel con piel “mejoró la organización fisiológica y el control cognitivo de los bebés prematuros” durante los primeros 10 años de vida, informó Psychology Today.