El “tiempo libre” es algo complicado. Cuando no tienes ninguno, puedes sentir que te vuelves un poco loco. Cuando tienes demasiado, puedes sentir lo mismo. Pero, ¿qué pasa cuando se trata de nuestros hijos? ¿Es el tiempo libre algo beneficioso para sus mentes en desarrollo?
Katie Davis, psicóloga clínica con sede en Manhattan e investigadora de neurociencias en Johns Hopkins, cree que el tiempo libre es un componente crítico de la infancia. “El tiempo libre permite a los niños participar en actividades que no tienen una estructura o reglas claras, por lo que es crucial para el desarrollo social, emocional y cognitivo. Durante éste, los niños usan partes del cerebro que son necesarias para la imaginación e introspección. Desarrollan habilidades sociales importantes, como la comunicación, la flexibilidad, la cooperación, la negociación y la toma de turnos, prueban nuevas actividades y roles, lo que fomenta la creatividad”.
Todos conocemos a aquellos padres que utilizan cada momento libre del día de su hijo. Clases de piano, prácticas deportivas, cursos de idiomas, lo que sea, el tiempo libre parece ser el enemigo. ¿Por qué perder un tiempo precioso para que un niño pueda aprender algo nuevo o desarrollar una habilidad? Si bien estas oportunidades de aprendizaje son valiosas, el tiempo totalmente libre en realidad podría enseñar habilidades y comportamientos.
En un artículo del Departamento de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Colorado, los investigadores describen cómo el juego libre y el juego estructurado afectan las funciones ejecutivas, habilidades cruciales que ayudan a los niños a tomar decisiones, resolver problemas y cumplir objetivos. Estos investigadores afirmaron que “cuanto más tiempo pasaban los niños en actividades menos estructuradas, mejor era su funcionamiento ejecutivo autodirigido. Lo contrario pasaba con las actividades estructuradas”. En otras palabras: los niños con tiempo libre que participaban en juegos no estructurados se volvían más autodirigidos porque podían.
“Muchos padres están desesperados por hacer lo correcto para sus hijos: los llevamos de ida y vuelta desde la escuela, al fútbol, y luego los llevamos a casa y nos sentamos y nos aseguramos de que hagan su tarea”, dijo el Dr. Sam Wass, un experto en psicología infantil de la Universidad de Cambridge, en entrevista con The Telegraph.
“Hay una gran cantidad de investigaciones que sugieren que este juego libre no estructurado y dirigido por niños es vital para estimular la imaginación y la creatividad, así como para ayudar al niño a ser más autosuficiente”, dijo el Dr. Wass a The Telegraph.
Si no estás segura de cómo incorporar el tiempo libre, el Dr. Wass tiene recomendaciones. Primero, deja que tu hijo descubra sus intereses. Déjalo jugar y explorar, y apoya sus intereses sin forzarlo. Segundo, no te desanimes si se aburre. Usar su imaginación puede llevar algo de práctica. En tercer lugar, se vale un rato en el iPad o frente a la computadora. Finalmente, enséñale a jugar.
Donna Bozzo, experta en crianza y autora, dice: “Los niños suelen estar estresados y cansados debido a horarios complicados mientras los padres intentan impartir lecciones, jugar, cualquier cosa… No solo todo este estrés es malo para ellos, los padres estresados los hacen demasiado ansiosos. El tiempo libre es bueno para un niño porque les ayuda a crear su propia alegría”.