De acuerdo al último estudio ‘Conocimiento y hábitos de fertilidad de las mujeres’, publicado en marco del Día Europeo de la Salud Sexual, celebrado el 14 de febrero, el estrés es uno de los factores que hace más difícil que una pareja pueda concebir.
Este estudio fue realizado en mil 300 mujeres de 18 a 50 años, el pasado mes de junio de 2018, los resultados arrojaron que también influyen la alimentación, el sedentarismo y el sobre peso en la infertilidad.
“Una dieta saludable y equilibrada es de suma importancia y se estima que hasta el 12% de la infertilidad primaria es consecuencia de problemas relacionados con el peso. Por ello, conocer los buenos hábitos de vida que contribuyen a mejorar la fertilidad”, dijo Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de la clínica Ginefiv.
Según la Organización Mundial de la Salud, la salud sexual es “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad”, por lo que crear hábitos en los que se practique alguna actividad física y descansar lo suficiente ayudar a reducir significativamente los niveles de estrés, esto contribuye a controlar el peso por lo que se podrá conseguir un embarazo.
Sin embargo, los resultados mostraron que aproximadamente el 60 por ciento de las mujeres no duerme al menos las 8 horas al día recomendadas además el 72 por ciento practica deporte de forma ocasional y en algunos casos no practica nada: “Incluir el deporte como parte de la rutina de las futuras madres se relaciona con mejores embarazos, partos más sencillos y menos dolorosos”, explica la doctora Victoria Verdú.
El informe detalla que el 77 por ciento de las mujeres lleva una alimentación variada, mas no balanceada, por lo que solo un 24 por ciento consume por los menos 5 frutas al día, la doctora Verdú indicó que la fertilidad va ligada de la alimentación: “se estima que hasta el 12 por ciento de la infertilidad primaria es consecuencia de problemas relacionados con el peso”.
Finalmente este estudio llegó a la conclusión de que las mujeres no realizan un estudio de la reserva ovárica, esto indica que se desconoce por completa la capacidad reproductiva, por lo que Verdú recomienda “conocer los buenos hábitos de vida que contribuyen a mejorar la fertilidad, y también aquellos que deben evitarse, es imprescindible”.