El pasado 7 de octubre en el Hospital de Sao Bernardo de Setúbal, una ciudad ubicada en Lisboa, dio la bienvenida a Rodrigo, un bebé que ha tocado el corazón del mundo.
Rodrigo llegó al mundo sin ojos, nariz y parte de su cráneo. Sus padres no tenían idea de que su bebé tendría deformaciones físicas; su doctor, Artur Carvalho, obstetra a cargo de vigilar el embarazo, nunca les informó sobre el estado de salud del infante.
El doctor de la mujer ha sido acusado de negligencia y aparentemente no es el único caso que ha tenido en sus manos.
Durante los nueve meses de embarazo el doctor realizó tres ecografías y nunca expresó que había anormalidades con el bebé, afirmaron sus padres, Marlene Simão y David Ribeiro.
Luego de eso, la madre decidió realizarse un cuarto ultrasonido, donde un médico diferente determinó que había una malformación, al regresar con Carvalho, este descartó el análisis de su colega.
“Explicó que a veces algunas partes de la cara no son visibles (en los ultrasonidos). Por ejemplo cuando la cara del bebé está pegada al vientre de la madre”, declaró la tía de Rodrigo a AFP.
A pesar de afirmar que Rodrigo viviría unas horas, lleva dos semanas bajo atención hospitalaria y durante este tiempo, el obstetra ha tenido varias quejas contra él, desde 2013.
Ahora Portugal está indignado por este caso y han cuestionado el sistema de salud del país, ya que no es la única negligencia médica que hay y que ha servido para suspender por seis meses a Carvalho, mientras continúan las investigaciones.