De acuerdo a un estudio publicado en la revista Cell por la Universidad Hebrea de Jerusalén, los científicos de Israel revelaron que las modificaciones genéticas no pueden crear super humanos con caracteristicas especiales que los papás decidan. Esto debido a lo complicado que resulta y a las limitaciones que esta técnica presenta todavía.
Aunque existen enormes progresos en la capacidad por leer el ADN de los embriones para mejorar la salud y erradicar algunas enfermedades genéticas aun no es suficiente para generar el seleccionar rasgos como el coeficiente intelectual, la altura, incluso el color de los ojos.
En el estudio se explica que aunque la selección de embriones para cambiar el sexo podría ser hazaña fácil de realizar para los científicos, cuando se trata de seleccionar rasgos que involucran numerosos genes, como la altura o el coeficiente intelectual aún no es posible.
“Seleccionar embriones para rasgos particulares es muy controvertido, excepto cuando se relaciona con una enfermedad grave como la fibrosis quística y en el que surgen cuestiones éticas de eugenesia y desigualdad de oportunidades”., explicó el Dr. Shai Carmi, el líder del estudio de la Escuela de Salud Pública de Braun.
Esta investigación surgió justo después de un año cuando un genetista en China modificó el ADN de embriones humanos, hecho que replanteó por completo la historia de la biotecnología, pero que a la vez causó controversia ética.
El estudio se realizó con simulaciones por computadora usando secuencias genómicas de personas reales, creando perfiles de ADN de embriones hipotéticos, donde 10 de los embriones elegidos calificaron su altura, coeficiente intelectual en función de las variantes genéticas.
Los resultados arrojaron que para la altura solamente se ganaron tres centímetros mientras que el IQ la ganancia fue únicamente de tres puntos. Aunque esto no garantiza el resultado deseado.
“Si alguien seleccionó un embrión que se predijo que tenía un coeficiente intelectual que era dos puntos más alto que el promedio, esto no es garantía de que realmente resulte en ese aumento”, dijo Carmi.
Finalmente se concluyó que la limitante se suma a la vida real, donde las parejas obtienen menos embriones viables cuando se realiza una fertilización in vitro.