Esta historia se ha viralizado a través de las redes sociales debido a lo impactante que es, ya que dos familias tuvieron bajo su cuidado a la niña equivocada durante cuatro años.
Los hechos ocurrieron en un hospital de Barranquilla en Colombia, donde confundieron a dos recién nacidas entregándolas de manera intercambiada a las familias; después de cuatro largos años uno de los padres se percató que la menor que tenía en su casa no era suya, aunque la cuidó y amó durante este tiempo como si fuera su hija biológica, aunque presentía que no compartían genética.
Finalmente José Gregorio Hernández, se convirtió en un verdadero investigador para reencontrarse con su hija. Ambas familias quedaron conectadas para siempre tras la larga búsqueda. Una de las familias vivía en Santo Tomás Atlántico, mientras que la otra en Chimichangua.
Esta historia comienza en 2015, cuando Hernández de 31 años se enteró que tendría una hija fuera de su matrimonio, a pesar de que ya tenía tres hijas con otra familia, se responsabilizó del embarazo de Noris, la mujer con la que tuvo una relación.
Finalmente el 21 de marzo de 2016 nació su hija en la E.S.E Hospital Niño Jesús de la ciudad de Barranquilla y aunque no pudo asistir al día del parto, la registro con su apellido, pero se percató que la menor no presentaba un rasgo característico que sus otras hijas sí lo tenían además que no encontraba parecido con él, por lo que no dudó en presentir que la menor no era su hija, pero nunca dejó de asumir su responsabilidad y tuvo una relación normal con su hija Salomé.
En 2019, decidió hacerle una prueba de ADN y se dio cuenta de que eran incompatibles y lo primero que pensó fue que Noris le había sido infiel y le estaba “viendo la cara”, tras confrontarla, le aseguró que no había estado con nadie más y para estar seguros también se realizó una prueba y también presentó un 99% de incompatibilidad.
Tras darse cuenta de que Salomé no era su hija, comenzaron la búsqueda de la menor, por lo que José y Noris, acudieron al hospital con su documento de identidad, solicitaron al hospital el registro de todos los nacimientos y el 19 de septiembre del año pasado, les dieron la respuesta que el 21 de marzo nacieron otros siete bebés, cinco niñas y dos niños.
Aunque Noris le pidió a José que cesara esta búsqueda, el hombre estaba obstinado en realizar su propia investigación y encontró que había Ana Cecilia Cano tuvo a una niña a poco minutos de diferencia que Noris.
Posteriormente decidió buscarla a través de las redes sociales y en su perfil de Facebook dio con con una foto en la que aparece una pequeña de una edad similar a la de Salomé, pero sus facciones eran indudablemente semejantes a las de José, por lo que no descartó que se tratara de su hija biológica.
Al escribirle en mensajes privados le cuestionaba si dudaba de que su hija fuera en realidad suya, después de 20 días mandando mensajes donde adjuntaba fotografías de Salomé, Ana Cecilia encontró parecido de la menor con su madre, finalmente se pusieron de acuerdo para hacerle una prueba a la niña llamada Saray.
Los resultados confirmaron sus sospechas, la menor que estaba criando Ana Cecilia era hija de José y Noris, mientras que la que ellos tenían era de Ana, por lo que ha sido calificado por José como un “verdadero drama”, ya que ninguna de las madres quiere intercambiarlas pues les han dado todo su amor. Ahora Hernández está buscando registrar a Saray como suya.
“Siento que he perdido años de disfrutarla, cuando están pequeños es cuando uno más disfruta a los hijos. De corazón quiero tener a mi niña biológica, no puedo pretender quedarme con las dos niñas porque hay otra familia que también la necesita. Pero sí quiero tener mi hija biológica y también mantenerme presente en la vida de la hija que he criado hasta ahora”, detalló para Infobae.
José ha convivido con ambas niñas junto a sus otras hijas quienes han aceptado que son hermanas y las familias han estado en buenos términos. Incluso Hernández se puso en contacto con el papá biológico de Salomé para que la conociera, sin embargo, no ha tenido respuesta alguna de su parte.
Ana Cecilia declaró a El Heraldo, un medio local, que dio a luz a sus 22 años y su pareja llamada Stiven, rechazó su paternidad al no encontrar parecido. “Él me decía cosas feas, que le había sido infiel, que esa no era su hija. Y yo para dejar tranquilo el tema me separé de él y las cosas quedaron así”.
Y cuando la buscó José Hernández, le dio miedo, por su insistencia, incluso pensó que quería secuestrar a su hija, finalmente aceptó hablar con él y hacerse la prueba de ADN, así como el contacto de José y su familia en la vida de Saray.
Por el momento José busca que se le reconozca la paternidad legal de su hija biológica además hay un proceso de conciliación con el Hospital Niño Jesús, que aun no ofrece explicación sobre lo ocurrido, pero no se negó a dar detalles.
