El COVID-19 se ha convertido en uno de los virus más terribles del momento y durante meses le ha arrebatado miles de vidas al mundo, sin embargo, hay historias que han resultado conmovedoras, como la de Monique Jones.

Esta mamá de Estados Unidos, tuvo que ser hospitalizada de emergencia por COVID-19 y más tarde, fue intubada para que continuara respirando, pero su presión arterial subió y de inmediato tuvieron que inducir el parto para salvar ambas vidas.

Su hija, Zamyrah llegó al mundo pesando 900 gramos y luego de 29 semanas dentro del vientre de su mamá, ambas estaban luchando por su vida, aunque Monique despertó dos días después y se enteró que había dado a luz, su hija se encontraba en cuidados intensivos neonatales.

“Siento que estaba luchando no solo por mí sino por ellas. La familia siempre ha significado mucho y para mí, que tengo la mía, se siente bien tener el apoyo que necesito”, relató la madre de dos hermosas bebés.

Afortunadamente y luego de 3 meses, madre e hija pudieron reunirse y celebrar juntas esta Navidad, ya que a pesar de los pronósticos, ambas se encuentran bien.