Aunque se sabe que todos los bebés lloran cuando nacen, se ha estudiado si el llanto existe antes de nacer, es decir en el vientre materno. Durante el embarazo, algunas mujeres pueden notar el hipo en la última etapa de gestación y por supuesto los movimientos del feto.
Aunque no se puede detectar el llanto en el viente, investigaciones señalan que los bebés comienzan a practicar para este gran hito del nacimiento, lo que sería previo a la primera bocanada de aire.
En un un vídeo publicado en la revista ‘Archives of Disease in Childhood – Fetal and Neonatal Edition’ en 2005 mostró a un feto de 33 semanas haciendo expresiones faciales, las cuales se asemejan a las del llanto, lo que pudo confirmarse a través de ultrasonido, según recoge ‘Live Science’.
Las nuevas tecnología han podido observar qué sucede dentro del útero con más precisión que antes, y observar a los fetos durante su desarrollo. Por lo que los investigadores de aquel vídeo, estimularon al feto con vibración y ruido.
Lo que se vio en el vídeo es que se abrió la mandíbula ampliamente, metiendo la barbilla hacia adentro y dejando escapar tres grandes exhalaciones seguidas mientras su pecho crecía y su cabeza se inclinaba hacia atrás. El temblor en la barbilla que la arrugaba zanjaba la reacción. Este movimiento fue detectado posteriormente en otros 10 fetos.
Aunque no ocurre en todos los casos, según lo que se entiende en sí por llorar cómo se desenvuelven los fetos con este tipo de emociones.
“Si utiliza la definición de ‘un grito fuerte e inarticulado o un grito que expresa un sentimiento o una emoción poderosos’, entonces podríamos decir con toda seguridad que los bebés no lloran en el útero”, asegura al portal Nadja Reissland, psicóloga del desarrollo de la Universidad de Durham en el Reino Unido.
Lo que es importante recalcar es que para llorar hace falta aire y el saco amniótico está lleno de líquido, durante su desarrollo, los fetos no pueden respirar profundamente y conseguir que ese aire vibre a través de sus cuerdas vocales por lo que se puede producir un gemido.
Otros investigadores, se han servido de la tecnología 4D y las películas en 3D para analizar el desarrollo de las expresiones faciales en el útero, los movimientos que realizaban durante el segundo y tercer trimestre comprobando que desarrollan entre las semanas 24 y 35.
“Es posible que un feto con un problema de desarrollo o de salud no muestre estas expresiones faciales al mismo tiempo que un feto sano” Aunque antes del parte, se tratan de movimientos muy sutiles, la investigadora asegura que el feto ya parece estar practicando al menos los movimientos faciales para llorar cuando tenga que dejar el útero.
El objetivo principal es ayudar a la investigación prenatal a desarrollar una herramienta útil para identificar trastornos del desarrollo y otros problemas de salud que ya puedan detectarse antes del parto.
Crean dispositivo que explica el motivo del llanto de los bebés