Unos médicos de Italia aseguran que las bacterias intestinales de los niños pueden ofrecerles protección contra los síntomas graves de COVID-19.
En un estudio que han realizado los investigadores en el hospital infantil Bambino Gesù de Roma sobre el microbioma en los niños con el virus han sido comparados con niños que padecen otras enfermedades.
El resultado del estudio arrojó que las bacterias en el intestino de los niños con el virus cambian con un aumento en algunas bacterias y aseguran que este cambio puede brindarles protección.
El estudio fue publicado en la revista ‘Frontiers in cellor and infection microbiology‘ el cual demuestra que la presencia mayor de lo normal de ciertas bacterias Faecalibacterium prausnitzii en niños infectados con COVID-19, se asocia con intestino sanos y esto estuvo acompañado de síntomas muy leves.
Además descubrieron en los adultos con síntomas graves que tenían una cantidad muy baja o ninguna bacteria Faecalibacteria y es que el argumento es que los tractos gastrointestinales se están asociando con microorganismos que incluyen bacterias, virus y protozoos o parásitos, los cuales trabajan para mantener un buen equilibrio en nuestros intestinos y esto contribuye una salud general.
Lorenza Romani, pediatra de enfermedades infecciosas de Bambino Gesù, explicó que la presencia de la bacteria tenía un vínculo claro con la gravedad de los síntomas experimentados.
“Para nosotros, la mejor noticia fue la evidencia de un fuerte aumento de la presencia de una bacteria en el microbioma (fecal) de los niños en comparación con los pacientes sanos. Pero lo más importante de todo es que esta bacteria se describe como totalmente ausente en los pacientes adultos con COVID-19. En De hecho, en los adultos cuanto menor es la presencia de la bacteria, mayor es la gravedad de los síntomas”.
¿Cómo fue el estudio?
Un equipo de diez médicos, conformado por biólogos y bioinformáticos comenzaron a recolectar muestras de saliva, heces y orina desde marzo de 2020, de marzo a septiembre 88 niños de entre 1 y 11 años fueron quienes participaron en el estudio al ingresar con leves síntomas al hospital Bambino Gesù.
El grupo se dividió en tres:
- 68 niños con COVID, 16 sin COVID y cuatro pacientes con síndrome inflamatorio multisistémico.
- Sus microbiomas intestinales fueron muestreados, secuenciados y comparados con el microbioma de niños sanos y también con adultos infectados con COVID-19 con síntomas graves.
De acuerdo a Romani, el resultado fue que la presencia de Feacalibacterium se redujo en los adultos, sin embargo hubo un crecimiento superior al promedio en los niños.
“Esta bacteria, que se llama Faecalibacterium, es capaz de mantener una homeostasis dentro del intestino y por lo tanto capaz de garantizar una buena barrera intestinal funcional y, sobre todo, de proporcionar una función antiinflamatoria. Entonces, obviamente cuando se trata de enfermos graves pacientes adultos cuando esta bacteria está ausente también perdemos una defensa importante para todo el sistema inmunológico”, dice ella.
Una de las posibles opciones terapéuticas a evaluar entre la población adulta es el uso de probióticos de segunda generación que contengan la bacteria, incluso en el futuro platear la hipótesis de un trasplante de microbioma, utilizando como donantes los niños ya que producen más bacterias y sus síntomas son menos severos que en adultos, precisamente por eso.
”Tenemos datos biológicos basados en mil, un número de aproximadamente mil muestras de niños con COVID-19, tomadas de las vías respiratorias, urinarias e intestinales, por lo que también podremos realizar más estudios sobre la interacción entre las diversas comunidades microbianas.”
Por su parte, Paolo De Coppi, cirujano pediátrico consultor del Hospital Great Ormond Street (GOSH) en Londres, asegura que también observaron cambios en el microbioma de los niños, pero advierte que no se deben sacar conclusiones sobre su nivel de protección que ofrecen algunas bacterias.
“Lo que han hecho con mucha precisión es la observación del cambio en el microbioma intestinal y eso es muy, muy bueno y se hace muy profundamente tratando de entender realmente cómo la flora, las bacterias en el intestino, cambian y describen eso muy bien Entonces, algunas de esas bacterias están conectadas o se vinculan con el COVID en el sentido de que algunas protegen contra el acceso de COVID al mismo receptor y, por lo tanto, pueden imaginar que evita que COVID dé lugar a algunas de las manifestaciones que vemos. en adultos. Pero falta una especie de vínculo directo entre los dos, que es muy difícil de demostrar. Y solo estudios posteriores que demuestren cosas similares pueden probar indirectamente que este es el mecanismo y la consecuencia”.